En Noviembre de 2018 gracias a unos amigos descubrí las mimbre de Cañamares. Un lugar que parecía irreal. Hasta la fecha no sabía de la existencia del estos campos de cultivo. 

Después de ver la fotos de mis amigos tenía ilusión por poder visitar el lugar, hay una parte mi que tiene ascendencia de Cuenca, a pesar de haber nacido y criado en Ibiza, mi padre es originario de un pequeño pueblo de Cuenca.

Al llegar al las mimbres junto a un amigo, sentí lo mismo que se siente cuando llegas a la orilla de un mar o un gran lago, cuando vas circulando por una de esas carreteras que bordean el mar y entre arboles y matorrales empiezas a ver el mar, en este caso la gran extensión roja.  

Una vez en el lugar es momento de dejar volar la imaginación de aprovechar los momentos de luz y dejar libre la creatividad.

Desde entonces no he tenido oportunidad de volver, pero espero que mas pronto que tarde poder volver a bañarme en ese mar de mimbres y dejar volar la imaginación junto con la cámara.